A punto de terminar los entrenamientos semanales, puedo sacar una conclusión positiva. Y es que a pesar de haber estado quince días parado, creo no haber perdido tanto como esperaba.
El sábado fue para la bici. Aprovechando un día soleado y la visita de mi padre, salimos para hacer 55 quilómetros a un ritmo bastante suave. Al día siguiente, las piernas estaban algo cargadas ya que no tocaba la bici de forma regular, desde el Garmin de Barcelona! Salí de nuevo a la carretera, pero la humedad que lleva dando la lata toda la semana, me hizo replantear el día. Tras 20 km de curvas mojadas ( y no es el titulo de ninguna película...), hubo cambio de planes. Unos 45 minutos de carrera continua con un ritmo no muy exigente, ya que el cuerpo no lo permitía.
Lunes, de nuevo a la piscina! Como un pato mareado terminé los 1500m que me había propuesto, para enlazar con una carrera continua de 40 minutos, con mejores sensaciones.
El martes aparece de nuevo el sol y con él, la bici vuelve a ser protagonista. Antes de que anochezca puedo hacer 35 quilómetros a buen ritmo con una media de 27 km/h.
El miércoles decido solo nadar 1500m, para no cargar demasiado pensando ya en el mortífero fin de semana que me espera. Las sensaciones, algo mejores. Hoy, un rodaje suave con mis nuevas zapas recién llegadas desde UK, made in K-Swiss, pondrán el punto final a una óptima semana. Veremos que resultados se pueden conseguir en tan poco tiempo...
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